28/5/09

VIVA LA DEFLACIÓN

Los grandes economistas, esos que establecen las bases de nuestro sistema económico y que nos marcan el camino, son los profetas del pasado. Sus análisis de la economía siempre son a toro pasado, de otro modo habrían advertido, con la suficiente antelación, la crisis en la que ahora estamos inmersos y que, todos los que no tenemos ni puta idea de macroeconomía, sí que veíamos y decíamos: “Esto no puede ser, las cosas van demasiado arriba y están subiendo muy alto; cualquier día se va a desmoronar todo y la hostia que nos vamos a dar será de aúpa”, como así ha sido. Entonces, cuando la cosa ya ha pasado, empiezan con sus análisis retóricos, petulantes y pedantes, que deberían haber hecho antes, para así haber tomado las medidas correctoras oportunas y poder así haber evitado el descalabro, o por lo menos que el batacazo no hubiera sido tan sonado.
Otro elemento que también me llama, como se dice, poderosamente la atención, es el tema de la inflación. Recuerdo que hasta hace unos pocos meses, la inflación, mal endémico de la economía española junto con el paro, subía todos los meses, todos, aunque a veces se equivocaba y bajaba unas decimitas para equilibrar el presupuesto estatal, pero por lo general siempre subía y, según los gurús de la economía y el partido político que estuviera en la oposición, eso era malo, muy malo. Ahora pasa lo contrario: desde hace unos tres meses estamos en una situación consolidada de deflación, es decir, que los precios bajan, y eso es malo, o mejor dicho, muy malo, o peor que la inflación. Si suben: mal; si bajan: peor. Pues saben qué les digo: que me alegro de que bajen, qué cojones, ya han ganado bastante dinero de nosotros que, como gilipollas, hemos estado comprando al precio que les ha dado la gana. O, ¿cómo es posible que una camisa que antes valía 45 €, ahora te la den por 16 € y que aún ganen dinero? ¿No nos estaban robando antes? Pues eso, que les den.

21/5/09

PACO Y SU TELEVISIÓN


Anoche, a la hora de las noticias, estuve haciendo zapping para ver qué decían las diferentes televisiones de la comparecencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Paco Camps, ante el Tribunal de Justicia de la Comunitat Valenciana, por el llamado caso Gürtel. Durante unos diez minutos quemé el mando a distancia cambiando por los diferentes canales para ver, sobre todo, sus portadas. Lo más curioso de todo es que, en teoría, todos los telediarios dicen que son de las nueve, pero el único que comienza a las nueve en punto es el de la Primera, todos los demás empiezan antes. El más tempranero es el de Cuatro, que aunque la “editorial” de Iñaki la dedicó a la ley del aborto, sí que la primera noticia fue la comparecencia de Paco; hay que decir que más que una noticia fue todo un reportaje, donde mostraron todo lo que ocurrió a la entrada y a la salida del prócer, con los que lo acompañaban, “consellers” y la Mujer de Rojo, Rita Barberá; con los aplausos de sus incondicionales y con los pitos, abucheos y pancartas en contra de sus detractores; unos coreando el “presidente” y otros el “dimisión”.
Antena 3 también abrió con la misma noticia y, aunque no se extendió tanto como Cuatro, mostró las mismas imágenes. Lo mismo hizo Telecinco y, cuando a las nueve arrancó TVE, también comenzaron con Paco y mostraron imágenes parecidas.
Pero, ¡ah, amigo!, la excepción, como no podía ser de otra manera, fue Canal 9. ¡Qué bonito! ¡Ohhh! Comenzaron con unas imágenes de una huelga o una manifestación en donde se veían “unas imágenes espectaculares” según la presentadora, de un hombre encendiendo una hoguera; después sacaron a la ministra Salgado hablando de la crisis; seguidamente hablaron de no se qué del sector del juguete donde entrevistaron a un par de dependientas de unas tiendas de juguetes. Y finalmente, como quien no quiere la cosa, y durante menos de un minuto, sacaron a Camps y a sus seguidores entrando en el Palacio de Justicia de Valencia, “arropado por un montón de gente que coreaban su nombre y le mostraban su afecto”; se me saltaron las lágrimas de emoción de ver a Paco, con ese traje tan bien cosido, planchado y con una caída perfecta, y a su lado, como una rosa de primavera, a la insigne alcaldesa Rita, besando y abrazando a sus seguidores que vitoreaban su nombre alzando al viento de Valencia banderitas de la Comunidad en perfecta comunión unos con otros; daban ganas de saltar hacia el televisor y meterse dentro y abrazar a Paco, y a Rita y a Cotino (de los tres, dos son homosexuales, que a mí me la refanfinfla, pero yo no sé porque se meten tanto con ellos). De los otros, de los que pedían la dimisión no dijeron nada, y ya colocaron las cámaras estratégicamente para que no salieran, no fueran a enturbiar una mañana tan emotiva, tan florida, tan bonita, tan… que daban ganas hasta de darle, a Paco, un beso en la boca. Vixca Canal 9.

18/5/09

PACO, EL VALENCIANO Y EL CHINO

Los caminos del Señor son inescrutables, quién lo iba a decir; han hecho más por el valenciano cuatro trajes a medida, que varios años de política lingüística del PP en la Comunidad Valenciana. Y es que hay que ver qué gusto da ver hablar en valenciano a los consellers cuando se refieren a Paco Camps (son tan campechanos que entre ellos se llaman con motes familiares) y sus trajes, incluso, o sobre todo, cuando hay medios de comunicación nacionales para que así se vean obligados a traducir sus palabras si quieren que lo entiendan todos sus usuarios, y así, de paso, en la traducción, perder un poco de la esencia de lo que se quiere decir.
El valenciano es una lengua preciosa, con un amplio y variado vocabulario que por culpa de gobiernos ignorantes que prohibieron su uso en épocas pasadas y por las clases dirigentes y acomodadas que la tenían en menos, considerándola la lengua de los pobres, la han maltratado y vituperado hasta conseguir que se parezca casi más al castellano que al propio valenciano. Ahora, los dirigentes que tenemos no hacen tampoco nada por mejorar el uso de la lengua entre los valencianos, puesto que no es suficiente que se enseñe en la escuela cuando el mismo presidente de la Diputación de Valencia, el Sr. Alfonso Rus, dice que a los maestros que enseñan a los alumnos que se debe decir “aleshores” en vez de entonces, deberían rematarlos y además los llama gilipollas quedándose tan ancho. Tampoco ayuda que el nefando conseller de educación, el Sr. Font de Mora, obligue a estudiar Educación para la Ciudadanía en inglés (hasta que manifestaciones, huelgas y protestas de toda la comunidad educativa le hicieron retroceder). Ni que a partir del año que viene se estudie chino mandarín antes que nadie. Y es que el conseller quiere que los valencianos seamos los más políglotas de toda España; en su agenda tiene anotados como próximos idiomas a enseñar el suahili, el árabe y el ruso, y para más adelante el latín, que al Papa le gusta mucho venir por aquí, así hasta la Rita y Cotino se podrán confesar sus gravísimos pecados.

6/5/09

¿CRISIS? Y UN HUEVO

Si yo hubiera llegado desde otro planeta aquí a donde vivo y no leyera la prensa, ni viera la televisión, ni escuchara la radio, ni hablara con nadie, no advertiría que vivimos un periodo de gran crisis económica. Porque, sinceramente, no advierto en el comportamiento de la gente ese retraimiento lógico que comportaría una situación de crisis. Ahora que hace buen tiempo y apetece tomar el sol, la gente sale a la calle como los caracoles cuando llueve, con una aparente normalidad. Hace dos semanas acudí a la feria del libro de Valencia; jamás había visto tanta gente y en el recuento final se nos informa que este año se han vendido libros por un valor de un millón de euros, cien mil más que el año pasado. Ese sábado jugaba el Valencia contra el Barcelona y la ciudad estaba colapsada, el campo a reventar, las calles llenas. Por donde mirabas había gente, turistas, inmigrantes… cada uno a lo suyo, como si nada malo ocurriera.
Por otra parte tampoco advierto un descenso en el nivel de vida de las familias, o mejor dicho, una voluntad de bajar unos cuantos escalones en el nivel económico de cada familia. No veo a nadie dispuesto a desprenderse de uno de sus dos o tres coches, de no utilizar o reducir el uso de la calefacción o el aire acondicionado, de renunciar a uno de los varios aparatos de televisión de la casa, de cambiar de móvil al menos una vez al año, en fin, de aquellas cosas que hasta hace unos años no existían o que eran privilegio de unos pocos y que ahora parece que se han hecho imprescindibles para todos.
También en la televisión y en la radio no paro de ver y oír los mimos anuncios de antes de la crisis con el mayor descaro, como si no pasara nada: anuncios de cosas superficiales como productos alimenticios sobrevitaminados y supermineralizados, de belleza, de viajes, de aparatos que lo hacen todo y sin los cuales se puede vivir estupendamente…
Está claro que la gente no se debe quedar en casa a verlas venir y que se debe vivir un poco, pero una de dos, o la gente pasa de la crisis o no es tan profunda como nos quieren hacer creer. Y que conste que conozco personas que están en el paro desde hace mucho tiempo y que se las ven y se las desean para tirar hacia delante, pero aún en estos tampoco advierto esa voluntad de dar unos pasos atrás.