22/11/09

MANIFESTACIÓN DE LOS AGRICULTORES


Ayer estuve en la manifestación que convocaron las principales organizaciones agrarias en Madrid bajo el lema: El campo se arruina, exigimos soluciones. El problema actual del campo español es muy grave. Los precios de los productos agrícolas en origen son ruinosos para los agricultores. Sin embargo, cuando usted va a comprar al supermercado paga un precio caro por los mismos. ¿Qué ha pasado desde que el producto ha salido desde el campo hasta llegar al supermercado? Pues muy fácil: entre el distribuidor, el comerciante y los intermediarios se reparten lo que les da la gana, y lo que sobra se lo dan al agricultor. Qué más prueba hay, que aquí por ejemplo, se está comprando naranja sin precio: “a lo que salgan”, como decimos. Si salen a un euro la arroba (13 kilos), a un euro la pagan, si sale a 20 céntimos, a veinte céntimos; a veces, ni se pagan. Lo mismo pasa con los demás productos.
Como comprenderán, a eso no hay derecho. Luego exigimos calidad y buenos alimentos cuando compramos. Y más ahora que está de moda la alta cocina, donde los cocineros se han convertido en estrellas mediáticas que a toda hora están en la televisión, la radio y la prensa escrita haciéndonos sus excelentes platos con excelentes productos naturales, salidos de nuestras buenas tierras y regados con nuestro sudor, pero que regalamos para que cuatro se hagan ricos mientras nosotros tenemos que abandonar los campos. No saben la pena que da ir por el campo y ver los huertos con los árboles secos, cubiertos de zarzas y malas hierbas. Es para echarse a llorar, mientras las administraciones sólo se preocupan de dar dinero a los bancos, al sector de la automoción y a los sectores estratégicos, como si la agricultura no lo fuere. ¿Se imaginan qué pasaría si los agricultores españoles se negaran a vender sus productos y se tuvieran que importar todos del exterior? ¿Sabrían lo que comerían? La calidad y el cuidado que tienen los agricultores españoles por sus productos no los van a encontrar en productos importados de países de fuera de la UE, por cierto, la gran culpable de todo lo que está pasando. A mi parecer porque su objetivo es ese: acabar con la agricultura continental para que la comida la produzcan los países del tercer mundo y así evitar las emigraciones masivas hacia los países occidentales. Pero entonces: ¿qué hacemos con nuestros agricultores?
La manifestación fue todo un éxito. Acudieron miles de agricultores de toda España. Usted probablemente no se haya enterado porque, por ejemplo, los grandes periódicos han relegado la noticia a las páginas de economía. Pero nosotros estuvimos allí y espero que no fuéramos para nada. Porque si es así, volveremos. Faltaría más.

5 comentarios:

Sara Royo dijo...

Estoy convencida de q, si todos nos echáramos a la calle, en lugar de tragar con apatía la pésima administración del gobierno y la penosa actución de la oposición, si les hiciéramos entender q ya vale de tanto privilegio para algunos y tanta miseria para otros, las cosas empezarían a cambiar.

Pepe del Montgó dijo...

Yo no se cual es la solución para la grave crisis que tiene el campo desde hace unos años pero estoy seguro que los políticos pensarían en ello si los dos grandes partidos vieran que en los pueblos agrícolas la gente no va a votar o al menos no les votan. Tanto PSOE como PP teniendo los votos lo demás les da igual.

angela dijo...

Animate viene un dia cuando esta meUN ABRAZOjor . CON LA CRISIS NO SE .

ender dijo...

La verdad es que llama bastante la atención que la agricultura en países como Holanda sea un negocio pujante, mientras que en España, donde se tiene una mejor matéria prima, cada vez se esté perdiendo más la figura del agricultor.
Una lastima y mi soliradidad con los agricultores, en mi familia lo hemos sufrido en nuestras carnes y es indignante el maltrato por parte de todos los gobiernos y las administraciones...

Oruga Azul dijo...

Pues mi posición está a medio camino entre la tuya y la "oficial". Por un lado, los gastos de la PAC son altísimos (aunque es cierto que se han ido reduciendo) y benefician (en teoría) de alguna manera, por lo menos, a los agricultores españoles o franceses.
Otra cosa es que la distribución de esos recursos (de las subvenciones) no sea eficiente y que no tenga efectos positivos porque al agricultor le sigue llegando una mierda de dinero y la pasta gansa se la come el intermediario (o el terrateniente, donde lo hay).

El problema es que, a pesar de que el campo sigue sin ser un campo productivo mecanizado que pueda ser absolutamente controlado por el hombre (seguimos dependiendo del clima, del suelo y esas cosas), es también muy barato traer los productos agrarios de fuera (y ojo, que no necesariamente desconfío de los tomates de fuera porque, entre otras cosas, suelen saber más a tomate que los del supermercado -como sucedía con los que cogía mi abuelo de su pequeña huerta-).

Las posiciones liberales suelen pensar que lo mejor es pasar de los agricultores europeos e importar los productos exteriores. Aunque saben que eso no acabaría con la inmigración, porque la demanda de productos incrementaría la competitividad de la agricultura exterior, maquinizaría el campo y provocaría nuevos éxodos a las grandes ciudades de allí y de aquí.

Yo, por el contrario, abogaría por un proteccionismo total y un desarrollo técnico del campo que permitiese alcanzar la soberanía alimentaria de la que ahora mismo no disfrutamos en Europa. Es el primer paso para poder alcanzar algo parecido a independencia política real.

PS. Más allá de eso, me llama poderosamente la atención el "avéis" de la fotografía...