4/3/15

Silogismo de la corrupción

Premisa primera: A Carlos Fabra le ha tocado siete veces la lotería y a David Marjaliza (amigo de Francisco Granados) ocho.
Premisa segunda: Carlos Fabra y David Marjaliza (también Francisco Granados), están en prisión.

Conclusión: Si te toca mucho la lotería, vas a la cárcel.

25/2/15

Despido a Celia Villalobos

Ja, ja, mira tú qué risa, María Luisa. Si no pasa nada, hombre, ¿o es que no somos humanos? La mujer, que se aburría y se puso a jugar con la tableta. ¿Acaso tú no lo has hecho nunca? No es más que una simple anécdota. Ja, ja, ja.
Pues no, señoras y señores, para mí no es ninguna anécdota, y no es, en absoluto, una cuestión menor y además risible.
Que la señora Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso de los diputados, se pase un rato jugando a un videojuego mientras está presidiendo el Debate sobre el estado de la nación y mientras está hablando, ni más ni menos, que el Presidente del gobierno, no me parece ninguna anécdota. Y no me lo parece por varias razones:
1-      Porque está trabajando, y mientras se trabaja no se juega.
2-      Porque trabaja para mí, puesto que yo le pago parte de su salario.
3-      Porque parte de la tableta con la que juega también se la he pagado yo.
4-      Porque le estaba faltando al respeto al orador y a los que escuchaban.
5-      Porque en una empresa privada la hubieran tirado a la calle.
6-      Porque en este país todavía hay más de cuatro millones de parados que estarían encantados de hacer el trabajo que ella no hacía, y además por menos dinero.
7-      Porque estoy hasta los cojones de que nos tomen el pelo y encima se burlen de nosotros.

Por eso, señora Celia Villalobos, yo, por la parte que me corresponde, la despido, la echo a la puta calle por razones objetivas: no cumplir con su trabajo. Y en mi carta de despido le informo, por si no lo sabía, que tiene quince días hábiles para inscribirse en una oficina del INEM si quiere tener derecho a la prestación contributiva.

23/2/15

Caloret de vergüenza

Pues sí, somos el hazmerreír de España, ¡qué le vamos a hacer! Cuando no es por una cosa es por otra, pero los valencianos, víctimas de este gobierno autonómico corrupto, prepotente, chulo e ignorante, estamos sufriendo el cachondeo del país porque, para qué vamos a engañarnos, nos lo merecemos. Y nos lo merecemos porque, después de más de veinte años en el poder, hemos seguido votando al PP y dándole mayorías absolutas, una detrás de la otra. Y a mucho que nos descuidemos, volverán a ganar.
Y es que a la gente le da igual que Fabra y Rita se pasen la lengua de los valencianos por el culo, que lleven toda la vida viviendo aquí, escuchando casi todos los días a alguien hablarla, y que ellos hablen peor el valenciano que Ana Botella el inglés. El relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor no es nada comparado al ridículo espantoso que hizo ayer la Rita en la Crida de las fallas, ni el que hizo el Molt Honorable President Alberto Fabra en la lectura del discurso institucional del 9 d’octubre, fiesta de los valencianos.
Pero qué queremos que pase si, la hoy consellera de educación, María José Catalá, en la pasada campaña electoral de 2011 a la alcaldía de Torrent, donde se presentaba para alcaldesa, durante un mitin que comenzó en valenciano, los del PP empezaron a abuchearla por hablar su lengua, y la mujer va y, con todo el despecho del mundo, pide disculpas porque tiene el defecto de empezar a hablar en valenciano.

Pues eso es lo que tenemos.  

17/1/15

Por un puñado de euros

Mi tesoro
Sí, me hacía ilusión. Y ante unos hijos adolescentes, por lo tanto impulsivos, me pareció una buena manera de hacerles entender qué estaba pasando, por qué, y sobre todo, qué se puede hacer para evitar que sucesos así vuelvan a ocurrir.
Me estoy refiriendo a lo acontecido en París la semana pasada. Porque cuando unos adolescentes ven en televisión, casi en directo, lo que estaba pasando, sus comentarios, lógicos, eran que tenían que matar a todos esos yihadistas, que había que destrozar, romper, aniquilar… y verbos por el estilo. Normal; a mí también se me pasó algo parecido por la cabeza. Pero es en esos momentos cuando uno debe mantenerse frío y ser fiel a los principios que ha ido anotando en su lista particular a lo largo de la vida y que por supuesto son muy distintos a los de esta gente.
Así que, cuando me enteré de que iba a salir un número extraordinario de Charlie Hebdo, envié, a través de un grupo de washap que tenemos cinco amigos, un mensaje a uno de ellos que vive en París y le pedí, por favor, que me comprara un ejemplar. Entonces, algún amigo más también pidió otro. ¡Amigos, para qué os quiero! La revista se publicaba el miércoles 14. A las 6,30 de la mañana llega un mensaje diciendo que ya estaba agotada. Coño. A ver si hay suerte al día siguiente. Pues no, tampoco hubo suerte. En el grupo nos había servido la coña en bandeja (la ocasión la pintan calva). Claro, ¿cómo iba a hacerse con un ejemplar si se levantaba demasiado tarde? “Oye, chaval, hay que madrugar más”. Mano de santo. A quien madruga Dios le ayuda. Por fin el viernes se hace con un ejemplar, que me enseña con una fotografía. ¡Aleluya! cantan los coros de angelitos. Me felicito por la adquisición, le doy las gracias a mi ¿amigo? por comprarme la revista. Pero no contaba con los demás. La culpa fue mía por hacer el pedido por el grupo. A uno le ofrecen 740 € por la revista, ¡por mi revista! Otro la cuelga en eBay y al poco tiempo ya ofrecen 240 €. ¡Mi revista! Después de hacerme sufrir un poco, resulta que el de París, el muy ca… tenía cuatro ejemplares. Menos mal. Pero es que ahora, cuando escribo esto, la revista que está en eBay ya ha subido a 1000 €, y mis amigos, gente sin conciencia, con trabajo, hijos, vida estable y que no les falta de nada, ahora quieren subastar las demás sin tenerme a mí en cuenta.

Y yo, ¿qué hago? Ahora que por fin tenía mi ejemplar, con el cual quería hablarles a mis hijos de la libertad de expresión, de prensa, de religión…, en definitiva, de la Democracia y de la civilización occidental, va y resulta que cuatro desalmados me ponen entre la espada y la pared por un puñado de euros. Con un mundo tan corrompido no me extraña que pasen cosas como las que pasan.

11/1/15

Mentiras y verdades

Mariano Rajoy: "La recuperación ya está aquí y España está en la senda del crecimiento".

Luis de Guindos: "El próximo año la recuperación llegará a las rentas y al empleo"

Fátima Báñez: "La recuperación va sobre ruedas".

Soraya Sáenz de Santamaría: "La recuperación empieza a sentirse por los españoles".

Cristobal Montoro: "España es el gran éxito económico del mundo"

María Dolores de Cospedal: "La recesión ya ha terminado y ha comenzado la recuperación".

Alberto Fabra: "El año 2014 marca la recuperación del empleo y el fin de los ajustes".

Joseph Goebbels: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad"

31/12/14

Una pregunta

¿En qué idioma se comunicarán los dos?
¿En catalán?
¿En euskera?
¿En inglés?
¿En francés?
¿En latín?
¿En esperanto?
¿En griego clásico?
¿En indoeuropeo?
¿Con el lenguaje de los signos?
¿En swahili?

Aprovecho para desear a mis escasos y queridos lectores un feliz año 2015. Y
que sean tan felices como imaginarse puedan; y que tengan tanta imaginación como ganas de procrear acumulen.

3/12/14

Nunca es tarde

Esta carta me la acaba de enviar un amigo y me ha parecido interesante publicarla.


Querido Corpi:
Por fin parece que se ve luz al final del túnel, y que las plegarias que diaria y devotamente rezo no caen en saco roto. Desde que tuvimos noticias de que Carlos Fabra iba a ingresar en prisión, que los presidiarios de las cárceles de Madrid y de la Comunidad Valenciana estábamos sin dormir. En Valencia porque es su comunidad, y por tanto está más cerca de su casa; y en Madrid porque es aquí donde viven tres de sus cuatro hijos, y claro, el hombre ya está mayor.
No te puedes imaginar el alborozo que se había creado, sobre todo en la cárcel de Soto del Real, donde está ingresado su buen amigo (y seguro que también socio en algún trapicheo), Bárcenas. Sí, las apuestas en los centros madrileños estaban encaradas a que ingresaría allí, en Soto del Real. Pero yo tenía fe; yo rezaba todos los días y le pedía fervientemente a Dios que nos lo mandara a nosotros. Muchos se reían de mí cuando lo decía, pero yo no les hacía caso y seguía pregonando que nos lo traerían a nosotros. Aún así, a pesar del escepticismo en el que en mi centro tenían por que viniera a hacernos compañía, se establecieron, como en todos los centros penitenciarios, peñas de juego. Moros, rumanos, lituanos, rusos, gitanos, payos… hasta los etarras hicieron sus peñas, y también los funcionarios se han unido a nosotros. Desde que se tuvo aquella extraordinaria noticia, (que Dios bendiga a los jueces, y al Gobierno por no concederle el indulto), que desaparecieron las drogas de la cárcel para dar paso al dinero. Sí, amigo mío, en aquellos recónditos lugares del ser humano en el cual se transportaba la droga para el consumo interno, ahora se llenaban de billetes de cincuenta euros. En su modestia, los internos pedían dinero a sus, mayoritariamente, empobrecidas familias para tener una mayor cuota de participación en la peña.
Ah, querido Corpi: no te puedes imaginar la alegría que tuvimos cuando vimos entrar por la puerta al Muy Ilustre Carlos Fabra. Con ese aspecto fanfarrón, de tío hecho a sí mismo, caminaba por la galería hacia su celda como si fuera el pasillo de su casa y se dirigiera al comedor a cenar. Los aplausos, los gritos de ánimo, las oraciones de gracias se elevaban entre las órdenes de los funcionarios que nos conminaban a callar. Pero era imposible. ¡Era tan grande la alegría!

Y es que este año sí, amigo Corpi, este año nos va a tocar a todos los presos de la prisión de Aranjuez, LA LOTERÍA.

12/8/14

La crisis de Ucrania y los trileros españoles

La crisis de Ucrania y el bloqueo de Rusia a los productos europeos va a ser, está siendo ya, una oportunidad de negocio para muchos mangantes españoles. Y es que no hay mal que por bien no venga, como dice acertadamente nuestro refranero.
En un periodo, el estival, en el que hay escasez de noticias, cualquier acontecimiento, por insignificante que sea, es tratado con profusión por los medios de comunicación porque hay que llenar páginas de periódicos y minutos de radio y televisión. Antes teníamos más suerte y nos amenizaban con minutos musicales. Entonces, estos medios, contactan con grandes expertos en la materia, creadores de opinión, que nos instruyen, documentan y adoctrinan sobre la materia en concreto. Muchos de esos expertos no son más que otros periodistas que saben tanto, saben de todo, que son capaces de opinar de la situación en Gaza, de la crisis económica en Guinea Bissau o de la invasión del caracol trompeta en las islas Galápagos. Y hala, allá van: opinan, dan datos (de memoria, no se crean), reflexionan profundamente, se enfadan si les llevan la contraria, y sacan conclusiones que ni los de la ONU. Si en estos organismos internacionales estuvieran atentos a muchos de nuestros periodistas, la solución que buscan con tanto ahínco a los grandes problemas mundiales estarían solucionados en un periquete.
Pero como dije al principio, me voy a referir al problema de la prohibición de Rusia a importar productos de la Unión Europea. Desde que se dio a conocer la noticia, nuestros medios de comunicación no han parado de buscar cuáles son los principales sectores de la economía que se van a ver más afectados. Inmediatamente han lanzado a sus corresponsales a recorrer el país en busca del labrador, del pastor, del pescador, del lechero… para, en muchos casos, darles ellos en primicia la noticia para ver en directo la reacción del pobre entrevistado y así poder preguntarle, con gran abatimiento, qué va a hacer ahora que no le van a comprar sus productos, como si todo lo que se produce en España fuera a parar al mercado ruso. Y aquí está el quid de la cuestión: parece que nos quieran hacer creer que todo lo que producimos se lo comen los rusos, cuando, en lo que se refiere al sector primario, al mercado ruso sólo se envían el 2% de nuestras exportaciones.
Les voy a exponer qué está pasando en el sector citrícola, que es el que más conozco:
Todos los años, cuando llegan estas fechas, ya se están haciendo los primeros contratos de compra-venta de naranjas. Los comerciales de los empresarios salen a recorrer los campos y van apalabrando el precio de las naranjas según las variedades, para luego firmar los contratos. Pero desde que apareció la noticia de la prohibición de Rusia de importar productos agrarios de la UE, los comerciales han desaparecido del campo. Seguramente se habrán ido todos de vacaciones y estarán encantados leyendo la prensa, escuchando la radio y viendo la televisión, y calibrando el excelente trabajo que les están haciendo los medio de comunicación, acojonando y acojonando sin parar a los ganaderos, agricultores y pescadores españoles que, como siempre, van a pagar el pato del juego sucio que los trileros de este país les van a hacer en las próximas negociaciones. Así, cuando sea el momento preciso, regresarán al campo y les ofrecerán a los agricultores dos pesetas por sus naranjas porque el precio ha caído por culpa de los malditos rojos rusos. «O lo tomas o lo dejas».
Pero, eso sí, usted, sufrido consumidor, esté tranquilo que no va a ver disminuido ni un céntimo el precio de los productos agrarios en el supermercado, ni un céntimo. Usted seguirá pagando lo mismo, el intermediario va a ganar más y al productor que le den, que le sigan dando, que el agujero ya está bien dilatado y por allí ya pasa hasta una legión romana, con intendencia y todo.