Vivimos en
un país de mentirosos. Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos dicho más de
una mentira, por eso, si no nos confesamos, iremos al infierno. Ahora que los
ciudadanos de la Católica España cada vez vamos menos a misa y nos confesamos
menos, vamos a necesitar un amplio territorio en el averno para que quepamos
todos.
Desde el
último reinado de Felipe González la mentira se ha institucionalizado En España,
y tanto José María Aznar como José Luis Rodríguez Zapatero la han utilizado
para hacernos creer que los burros volaban. Y ahora ha venido el señor Mariano
Rajoy para corroborarlo y además añadir que lo hacen con alas de fibra de
carbono 14. Y nosotros nos lo hemos creído, hemos estado todos estos años
mirando hacia el cielo viendo los burros volar, y había tantos que vivíamos en
una sombra permanente, por eso a la mayoría les cuesta tanto hacerse morenos.
Pero los burros se están cansando de tanto volar y ya empiezan a caer al suelo.
Y al hacerlo nos golpean en la cabeza, y al levantar la vista al cielo vemos
que, allí donde antes había un burro volando, ahora se ve un pedacito de azul;
y empezamos a darnos cuenta de que no son burros lo que vemos volar, sino los
engaños a los que nos han estado sometiendo para hacernos creer lo que no era.
Españoles:
ha llegado nuestra hora. Ahora y en esta hora es llegado el momento de
desenterrar la Tizona, de empezar a cortar las cabezas de todos esos mentirosos
que nos quieren convertir en burros voladores, de todos, sin excepción, y,
sobre sus despojos, hacer resurgir un nuevo país. Pinocho no puede ser nuestro
dios.
Amén
4 comentarios:
¡que les corten la cabezaaa!!!
Pa burros nosaltres q els mantenim!
Este artículo es impepinable. Lo único que no sé cómo se hace todo eso.
Un saludo
Creo que en este caso estás confundido, ya que si los burros volaran, los políticos serían reactores
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