14/7/10

APATÍA


Apatía. Esa es la telaraña que me envuelve durante estos días (demasiados). Utilizo la palabra telaraña porque me cuesta ponerme a dilucidar qué es la apatía, si una sensación, si un sentimiento, si un signo distintivo, si una cualidad, si simplemente algo, si algo bueno o si algo malo. Sería muy fácil pensar que esta ¿horrible? apatía viene provocada por la calor, pero ésta sólo es una parte ínfima de su origen. La calor sólo es una excusa, o, ¿acaso alguien pondría la calor de excusa para no echar un polvo? De lo que sí estoy seguro es de que la apatía es un reductor potente de la libertad, como esas cremas milagrosas que te las frotas por el culo y por la barriga y a los cuatro días luces la figura de Leticia. Esta apatía mía me impide empezar unas cosas y terminar otras, por ejemplo se opone a que escriba. Ha sido una sensación extraña volver a abrir el Word para escribir esto después de haberlo utilizado durante tanto tiempo. Las teclas huyen de mis dedos y continuamente hago faltas y escribo palabras sin sentido que el programa no deja de subrayar en rojo, y encima no deja de cambiarme el artículo la por el artículo el cuando escribo calor, como si yo no pudiera elegir el artículo que quisiera, ¿también el Word coarta mi libertad?
Y eso que aún no estoy de vacaciones, porque entonces es peor. Igual este año no tengo vacaciones. Será por culpa de la apatía. Será por culpa del Word. Será por culpa de Zapatero, o lo será de Rajoy, quienes por cierto, se están dando de hostias en el Congreso para ver quién de los dos nos recorta más la libertad. ¿No podrían agarrar una buena apatía como un buen catarro y olvidarse de nosotros igual que Hacienda cuando pagamos religiosamente nuestros impuestos?
Que la apatía afecta a las neuronas es algo que estoy demostrando científicamente en este momento. La apatía provoca que las conexiones interneuronales se reduzcan a una sola, lo que induce a que las corrientes eléctricas que transportan nuestros pensamientos tengan que recorrer más distancia causando una mayor lentitud de acción y reacción.
No sé, si han llegado hasta aquí, si han entendido algo. Si es así, les agradecería que me lo explicaran en los comentarios. Para su ayuda les diré que yo no sabía sobre qué escribir. Que he intentado hacerlo sobre la apatía y he hablado de la libertad. ¿Tendrán algo que ver? ¿Necesitaré un médico?