Tengo por
tradición personal acudir todos los años a la Feria del libro antiguo y de
ocasión de Valencia. Por estas fechas y hasta fallas, en la avenida Marqués de
Turia todos los años montan una magnífica feria que hace las delicias de todos los
que, como yo, nos gustan los libros. Este año hay treinta y cinco casetas en
las que se albergan librerías de toda España. Hay algunas que se están
especializadas en cómics o en libros antiguos, otras en cambio exponen toda
clase de libros. En este tipo de ferias se puede encontrar de todo y a muy buen
precio, y la verdad es que, al precio que están los libros nuevos en las
librerías, vale la pena acercarse a este lugar para aprovechar las ofertas.
Escarbando
entre los libros de viajes de una librería de Madrid, lamento no recordar el
nombre, tuve la suerte de presenciar una negociación muy interesante entre el
librero y un hombre que quería venderle unos libros antiguos, de esos con tapas
de cuero. Como la negociación se alargaba mucho y yo tenía un poco de prisa por
llegar a tiempo de ver la primera mascletà
del año, deje la discusión a medias. Pero por la tarde me acerqué a esa caseta
y le pregunté al librero por el resultado de las negociaciones. El hombre muy
amablemente me contó lo sucedido: la transacción no se trataba de una
compraventa, sino de un cambio; al final cambiaron de mano tres libros que
tienen un valor de más de 1500 euros del ala, casi nada.
