30/5/08

JUGADOR DE PRIMERA DIVISIÓN

Individuo perteneciente a una nueva clase social, la de los jugadores de primera división, salida de la necesidad de la mayoría de la sociedad de identificarse con un “ente” capaz de hacerle olvidar la mayoría de los problemas individuales al menos un rato cada semana.
Este “ente” o equipo de fútbol está formado por unos jugadores que son verdaderos privilegiados: entrenan un par de horas al día, de las cuales la mitad se las pasan jugando; cobran verdaderas barbaridades de dinero, evidentemente unos mucho más que otros, pero todos, muchísimo más que nosotros, para ganar lo que Raúl en un año, nosotros necesitaremos tres vidas trabajando las 24 horas del día; son tratados como verdaderas estrellas del deporte, incluso como dioses por los más acérrimos hinchas, encomendándose a ellos y a sus genialidades todos los domingos.
Todo esto hace que la mayoría (remarcando siempre las escasas y honrosas excepciones), y cuanto más importantes, más, sean unos verdaderos engreídos, vanidosos, creídos, pijillos y auténticos imbéciles que nos miran por encima del hombro y se cachondean de nuestra ignorancia por contribuir a que vivan tan bien.

5 comentarios:

Luna Carmesi dijo...

Supongo que a parte de juventud y de ese don en ese deporte, el del futbol, pues... es un poco el sindrome del nuevo rico. Si en esa juventud no estas bien formado (como persona) y bien guiado... surge lo que puede surgir...

Animo con el adsl...

Saludos.

Manuel Márquez dijo...

No creo, compa Corpi, al menos en su inmensa mayoría, que estos chavales se cachondeen de sus seguidores por su ignorancia para elevarlos a esos pedestales en los que están instalados: no dan de sí para tanto, me temo... Y, en todo caso, no me cuesta trabajo entender el fenómeno: ¿cómo puede reaccionar un chavalillo, muy joven, sin apenas formación, que se ve convertido, en un pis-pas, en una especie de semidios, adorado, venerado, y forrado de pasta hasta un nivel inimaginable...? Intenta ponerte en su lugar. En mi caso, creo, sinceramente, que no sería capaz de hacerlo mejor, aunque tampoco por eso se pueden admitir ni justificar todos los comportamientos.

Un fuerte abrazo.

Patri dijo...

No tengo otra que darte la razón...

Besotessssssssssss

maria gemma dijo...

El fútbol, un soporífero para las mentes... y da igual la categoría en la que jueguen...

Anónimo dijo...

... y que lo digas. Y pensar que seguimos subvencionando sus estupideces...

Un besito,
Miri