5/3/09

MANO DE SANTO

El primer día que vino José me contó, sin ni siquiera saber mi nombre, que Hacienda le había embargado la cuenta y que el banco no le daba 100 € que necesitaba urgentemente, y eso que todos los meses ingresaba 4800 € de nómina, ni más ni menos. El segundo día me contó, sin ni siquiera saber mi nombre, que le habían cortado la luz por tan sólo 50 € que debía. El tercer día me contó que tenía siete hijos de cuatro mujeres distintas, y que su hija mayor, nacida de una prima hermana suya, estaba embarazada y que vivía en su casa con su yerno y a su costa. Otro día, sin haberme preguntado aún cuál era mi nombre, me contó que había atropellado a su perro y le había partido la pierna y que el veterinario le pedía 275 € para curarlo… Lo que nunca me contó, y que yo sabía, era que jugaba a las tragaperras con dos máquinas a la vez, que se iba de putas día sí y día también, y que se emborrachaba casi todas las noches.
Todos los días venía a contarme alguna pena, no sé si verdad o mentira, ni me importa, con el objetivo claro de sacarme alguna perra. Hasta que dije basta. Llegó un día y, antes de que me contara la pena correspondiente, le conté mi vida, la historia que escribí en la entrada anterior. Puede que me pasase y pido perdón si he podido herir alguna sensibilidad, porque evidentemente todo es mentira, pero desde ese momento me ha dejado en paz. A pedir limosna, a la puerta de la iglesia.

4 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Serás c... Pero me está bien empleado por juzgar a la primera. La cervesa es manté però invites tu ja que no tens cap problema econòmic.

benito_reyes_vega dijo...

Jajaja... Vale... vale... Me alegro.

Nür dijo...

I mira que hi havia algo que em deia que no era veritat... però tampoc me pareixia bé dir-te "no m'ho crec" perque perfectament podria ser-ho...
Ains, que m'alegre, ché.
Un petó,
Nür

Mar dijo...

buenooo pues no me enfado, me alegro bastante de que la historia no sea real, pero ten cuidado con las/los que tenemos la sensibilidad a flor de piel ¡so, gamberro!
Y sí, la historia bien podía ser verdad, como la de este hombre que hay a cientos a nuestro alrededor.
Un beso, anda, un besoooo