12/8/10

ESCRIBIR


Escribir una novela es como estar enamorado. Las sensaciones y los sentimientos que se tienen respecto a una persona, los estoy experimentando yo respecto a la novela.
Empecé a escribirla allá por octubre de 2008. Lo que empezó como un simple divertimento y una manera de llenar el tiempo, se ha convertido en una obsesión. Terminé la tercera revisión en junio y entregué las copias a unos amigos para que la leyeran y me dieran su opinión. Pues bien, cuando las entregué, tuve la sensación de que había traicionado a mi novia, que otros ojos iban a hollar aquello que tanto me había costado conseguir y que iban a descubrir todas nuestras intimidades. Poco a poco fui haciéndome a la idea y empecé a desesperarme, ansioso por saber qué les había parecido. A diferentes ritmos, mis amigos han leído la novela y cada uno, libremente, me ha dado su opinión. Afortunadamente para mí coinciden en muchos aspectos, lo que me va a facilitar el trabajo a partir de ahora, pero ese trabajo que yo pensaba que sería mínimo, estoy pensando que se va a alargar en exceso, quizá todo un año más.
Ahora me encuentro en un periodo de reflexión, un tiempo en el que siento que mi amada se ha marchado muy lejos y que no sé cuándo volverá. Intento olvidarme de ella para eliminar su atracción envolvente pero me resulta imposible. A cada momento se me aparecen fragmentos de la historia en la cabeza que llegan incluso a impedirme el sueño en estas pesadas noches de verano. Podría empezar mañana mismo a revisar de nuevo la obra, perdiendo perspectiva aunque ganando horas de sueño, pero considero que es mejor esperar. Además, las opiniones que he recogido de mis primeros lectores aún deambulan desordenadas por mi cabeza y necesitan un tiempo prudencial de maceramiento para que todo salga perfecto.
Contrariamente a lo que pensaba nuestra relación no se ha enfriado, sigue viva y muy fuerte. La quiero y la deseo, y estoy seguro de que ella también a mí, pues ella aún me necesita más. Sé que algún día me la llevaré a la cama y la haré completamente mía, si no lo es ya.

4 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Corpi, si se la tiene que llevar a la cama, hágalo. No es entendible un amor así sin sexo. ¡Ánimo! Y espero poder leer su novela un día.

Salud y República

Caminante dijo...

Se la llevará... más de uno a la cama.

La única manera que tenemos algun@s de llamar al sueño es ésa... leyendo en la cama nuestro puntual libro "de noche" ¡o de mesillla!
Buena noche: PAQUITA

Manuel Márquez dijo...

Casi ni recordaba, compa Corpi, que andabas enfrascado en la escritura de tu novela. Y ahora resulta que, más que enfrascado, lo que estás es encoñado, o casi. Pero supongo que mejor así. Los que tenemos claro que eso de escribir largo de ficción es tarea para valientes como tú, no pasamos esas angustias que tanto te corroen a tí. Pero, claro, bandido, tampoco la gozamos como tú... Mucho ánimo con la tarea, y ya nos irás contando, claro.

Un fuerte abrazo y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Me das envidia... ese orden y ese mimo por tu novela. Yo estoy terminando la mía, la he escrito tan rápido que no se como he podido hacerlo. No soy tan meticulosa.. la presento a un concurso en Noviembre y me da bastante miedo escénico.
Espero poder leer la tuya cuanto antes.
Bsos