Soy donante de sangre desde hace unos cuantos años, y lo que está pasando este año no lo había visto nunca. Resulta que el hombre puede dar sangre cuatro veces al año, y la mujer tres, es decir, que los hombres damos sangre cada tres meses. Coincidiendo con estos plazos, cada tres meses más o menos, viene a mi pueblo la unidad móvil de transfusiones de la Agencia Valenciana de Salud para hacer las extracciones. Unos días antes de que vengan, envían a casa una carta informando del día, la hora y el lugar donde se realizarán las donaciones, y ese mismo día por la mañana hacen bando en el pueblo para recordar a los posibles donantes que por la tarde se harán las extracciones.
Pues bien, en la donación pasada ya me ocurrió, pero al final conseguí dar sangre, pero esta vez ya no lo han consentido. El último día que doné fue el 5 de junio de este año, y el día 8 de septiembre debía volver a dar; en la práctica han transcurrido más tres meses desde la última donación, y por lo tanto podría dar sangre, es más, según me ha informado el médico, el tiempo mínimo entre donación y donación es de dos meses, por tanto ¿dónde está el problema? Resulta que si contamos un año a partir del día 8 hacia atrás, vemos que de las cuatro donaciones legales que se pueden realizar en un año, la primera fue el día 10 de septiembre del año pasado, o sea, que faltan ¡DOS DÍAS! para que haya transcurrido el plazo legal establecido de un año para hacer cuatro donaciones. Por dos putos días no puedo dar sangre, y no sólo yo, sino también todos los que acudieron a dar sangre ese día 10 de septiembre del año pasado y que han realizado las cuatro donaciones, tampoco hoy van a poder dar sangre.
Me he quejado al médico encargado de las donaciones, y también lo voy a hacer a la Agencia Valenciana de Salud, porque es absurdo, que después de hacer tanta propaganda pidiendo voluntarios para que donen su sangre, y más aún en verano, que por falta de atención y organización, se echen a perder unas cuantas donaciones.
7 comentarios:
Bueno hombre, no indignes así, jajajaja. Pero me alegro que haya gente que done, porque pocos de mis amigos lo hacen, en fin... que me alegro de leerte otra vez.
eeehhh... he tingut un deja-vu d'eixos! (o com es diga!)
Tú ja m'entens.
Petons,
Nür
Cuando las normas pisan el sentido común...
:-/
Lo cierto, compa Corpi, es que un rigor tan excesivo no crea que tenga sentido alguno (aunque también es verdad que, últimamente, los servicios de salud, para evitar historias chungas, se la cogen con papel de fumar de una manera escandalosa). También soy donante y te puedo asegurar que aquí, en Andalucía, no se ponen tan tiquismisquis; y, en último extremo, siempre te cabe otra opción, que es la de hacerte donante de plasma o plaquetas: de eso puedes "largar" hasta dos veces al mes (aunque tampoco es recomendable abusar; en mi caso, te puedo asegurar que tengo los brazos bastante "machacaitos"...). En fin, alternativas...
Un abrazo.
También la medicina está bajo las leyes de los funcionarios. Inflexibes normas que hacen rígidos funcionarios de despacho, donde donar sangre es menos importante que hacer cumplir la norma.
Salud y República
El burócrata antepone el reglamento a cualquier otra consideración. Sí, tiene usted razón, pero la norma es la norma.
Pierre Miró
Cada día nos la cogemos más con papel de fumar, ¿has notado que cada día que pasa se complican más las cosas que antes hacíamos con bastante tranquilidad?. No me gusta este camino.
Te deseo más suerte en la próxima ocasión.
Un abrazo.
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