Leyendo
la entrada de Unjubilado, me ha venido a la memoria una multa por mal
aparcamiento que me mandaron a casa, ya hace diez años, y que no se
correspondía con mi vehículo; la matrícula era la de mi coche, pero no el
automóvil. Así que les mandé un escrito de descargo para defenderme de aquel
error. Parece ser que les convencí, pues ya no volví a tener noticias de
aquello.
Esto
es lo que les escribí:
EXPEDIENTE MULTA: xx-2003-000176
Distinguida Sra. Teresa R. M.,
Secretaria-Interventora del Ayuntamiento de B. de M.
No
dudo en ningún momento de que su pueblo sea muy bonito y tenga muchos lugares
para visitar, ya que, por lo que deduzco del escrito de denuncia, tienen una
zona de acampada, lo que es una señal inequívoca de que cerca debe haber una
zona de alto interés paisajístico o simplemente de recreo. Pero la verdad es
que no he estado nunca en su pueblo, ni siquiera sabría ir; si no recuerdo mal
creo que está por la comarca del Comptat o l’Alcoià, más no sé. Aunque me
gustaría visitarla y seguro que algún día lo haré.
También le diré que tengo dos hijos: uno tiene cuatro años, y la otra
apenas once meses. Con ello le quiero indicar que para ir con niños tan
pequeños se necesita tener el coche acondicionado, y éste por desgracia no lo
está, pues es bastante viejo y no tiene instalados en los asientos traseros
cinturones de seguridad, que, como usted sabrá, si ya es madre, son
imprescindibles para sujetar la sillita adaptada para los más pequeños, así
como el artilugio elevador para el mayor. Por tanto, para el caso que nos
ocupa, es decir, para trasladarme con mi familia, lo hago con otro coche que
tengo, y éste sí, está acondicionado para ese menester. Además, tengo a toda la
familia como testigos de que el día de autos estuvimos en mi pueblo, comimos en
casa y por la tarde fuimos a pasear por la playa de Gandia.
Con todo esto no me queda más que decirle que, por las razones que fueran,
esta multa no es más que el fruto de un error provocado por Dios sabe qué
razones, bien porque ese día haría mucho calor, o que el Agente Nº 3 se dejó
las gafas en casa, o que tuvo una falta de atención, o que la matrícula del
coche sancionado estaba borrosa, o que el Agente miró desde muy lejos (de hecho
no sabe ni qué modelo de coche es), o que se había distraído, o que en ese
momento le dio un vahído, o sólo Dios sabe qué le pasó.
Espero que estas razones que le expongo sean suficientes para
convencerla de que el mío no es el coche que lleva la matrícula que se refleja
en su escrito de denuncia, y que el único gasto que me provoquen sea el de
certificar este escrito.
Sin más, reciba un cordial saludo y quedo a su disposición.
Fecha y firma