20/12/07

DE VIAJES


Una de las cosas que más me hubiera gustado hacer en esta vida es viajar. Por desgracia lo he hecho muy poco y muy cerca; mi economía no me permite más. Por eso suplo esta carencia con la lectura de libros de viajes. En mi biblioteca tendré cerca de 80 ejemplares que cubren la totalidad del mundo, desde los polos hasta cualquier rincón del África Ecuatorial. Para seguir los viajes en los libros, me agencié un buen atlas que voy consultando al mismo tiempo que el protagonista del libro va viajando sobre las páginas de su libro. Además, cuando tenía ADSL, seguía el viaje con el Goglee Earth, cualquier medio es bueno para viajar en compañía del libro. Lo mismo hago cuando veo un documental o un reportaje de viajes en la televisión, enseguida echo mano del atlas. Y ahora me he hecho socio de la Sociedad Geográfica Española donde publican una revista de viajes que tengo la ilusión que sea de verdad muy interesante.
Los lugares del mundo que más me atraen son los grandes y vastos espacios naturales. Las amplias llanuras, las altas cordilleras montañosas y los calurosos desiertos. Nombres como Gilgit, Samarcanda, Aksu, Takla-makán, Oymiayon, en Ásia; Lalibela, el Tibesti, Tamanrasset, Al Kufrah, Kisangani, en África; en Suramérica Ushuaia, Puerto Natales, Atacama, Uyuni, Manaus, Iquitos, Caroní, Apure; Yukón, Dawson city, Chilkoot en la América de muy al norte. El resto del mundo y sobre todo Europa me interesan muy poco. Por todos estos lugares he viajado a lomos de camellos, a pie, en avioneta, en canoa o en un viejo coche, pero siempre emocionado esperando ver que aparecerá al doblar la próxima página. Hace poco se me presentó la oportunidad de hacer el gran viaje de mi vida: ni más ni menos que a la China; resulta que con la excusa de que el próximo eclipse total del año 2009 se podrá ver desde China, la agrupación astronómica de la cual soy socio está organizando un viaje y yo me había apuntado junto con mi hijo. Pero se trata de un viaje organizado, con excursiones preparadas de antemano, con hoteles si no de lujo, que están muy bien, etc. o sea, lo “normal”. Pero para mí eso no es lo normal, no concibo el viaje de esa manera, no sé si será por culpa de los libros, o porque soy así, o por las dos cosas, pero la verdad es que me he borrado. Paso de subirme en un autobús y que me lleven de aquí para allá como si fuera ganado; además cuanta menos gente mejor, desde luego la mejor manera de viajar es solo, porque sólo en ese caso la libertad de movimientos es total y absoluta. Yo quiero ir a donde me dé la gana o no ir porque sí. En este punto me gustaría reproducir un trozo de una entrevista que le hicieron a Ryszard Kapuscinski (premio Príncipe de Asturias 2003):
Le preguntan que existe otra categoría de viajeros: el turista.
A lo que responde: El viaje turístico devino un fenómeno de dimensiones colosales, inéditas en la historia y difícilmente imaginables. Únicamente el año pasado, por turismo, se movieron más de 800 millones de personas. El turista no viaja porque se sienta obligado a hacerlo, ni por razones profesionales. Lo hace buscando placer. Es todo un vuelco en la civilización.
Hablaba de la búsqueda del placer. ¿El placer de viajar?
No. El objetivo del turista, y estamos hablando del turista en África y en los países pobres del sur, es paradójico: evitar escrupulosamente conocer el país en el que transcurren sus vacaciones, su lengua y su gente en donde gastan su dinero. El turista evita los medios de transporte de los “indígenas” porque los considera sucios, lentos, inseguros. Además, el turista no quiere hacer contacto con la gente del lugar (si acaso con los necesarios empleados del hotel) porque tiene miedo de enfermedades, o que les pidan dinero. Un miedo que prevalece sobre cualquier curiosidad. Le interesa la comida, el vino, las comodidades, la terraza y la piscina, el sol. El turista es un hombre del norte que busca el sol.
Aunque es difícil establecer una línea que separe al turista del viajero, no es esto lo que yo busco, más bien todo lo contrario, por eso estoy preparando un viaje “todo lo contrario”. Ya veremos qué pasa.

10 comentarios:

Pepe Castro dijo...

Por descontado que de esa segunda forma, la que tú has elegido, te vas a enriquecer muchísimo más que optando por el turismo masificado.

Y no hace falta poner ejemplos de países de ultramar. Aquí en Mallorca estamos acostumbrados a ver a los alemanes que no salen de sus propios guetos, de la playa al balneario (chiringuitos de playa, donde sólo beben sangría, única forma de conocimiento de la gastronomía local), y de ahí a la discoteca donde sólo hay compatriotas -de ellos-.

Nada como conocer la cultura, costumbres, gentes, filosofías de vida, etc., del sitio que visitas. Es impagable.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Jeje, pues ya sabes, es tan fácil como colgarte una mochila, hacer autostop y plantar la tienda debajo de un puente ;-) .
Durante mi viaje en Escandinavia, uno de los hombres -curioso tipo, él- que nos recogió en autostop nos dijo algo como: "La gente se queja de que no viaja porque no tiene dinero. Y resulta que los que más viajan son precísamente estudiantes, o sea, los que menos dinero tienen", jejeje. Paradojas.

Un besito,
Miri

Manuel Márquez dijo...

Compa Corpi, no conocía (y me ha encantado) esa faceta tuya de viajero impenitente. Y me parece bien tu preferencia por los viajes fuera de lo trillado, tanto en territorio como en formato, aunque te he de confesar que, en mi caso, yo soy muy urbanita también para el viaje: los grandes espacios naturales (esos que mencionas, ya desde su mero nombre sugieren cosas fascinantes...) me causan un yu-yu bastante irracional, pero muy fuerte, así que prefiero las geografías de edificios y farolas. Cuestión de gustos. Y, ay, qué poquito viajo: poco dinero y menos tiempo. En fin....

Un abrazo (y, dadas las fechas, felices fiestas...).

Helena dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, raro en mí no discrepar con alguien. Yo algún día deseo viajar por todo el mundo, ser una vagabunda, alejada de los paseos turísticos y hoteles de lujo, conocer esas culturas lejanas que me ayuden a abrir la mente cerrada que llegamos a tener los occidentales. Poder conocer los indígenas de cualquier rincón del mundo antes de que desaparezcan, y cuando digo indígenas me refiero a aquellos que viven aún en comunión con la tierra. Sin olvidar esos vastos horizontes que describes, su ya impactan en fotos o en vídeos imagínate en la realidad, a í al menos me sobrecoge imaginarlo. Por ahora no trabajo y aunque no sea demasiado necesario el dinero para según que viajes algo sí que hace falta y yo por ahora me limito a subsistir, jejeje, lo veo a uno o dos años vista. Me he leído de Ryzard Kapuzinsky, la obra Ébano, siendo de las que más me ha gustado sobre África. Me encantan los libros de viajes con un poco de aventura, pero siempre con realismo, no veo necesaria la ficción de una novela en el caso de este estilo de literatura. Mi autor favorito es Javier Reverte, básicamente porque a la vez que relata lo que va viviendo incluye mucho de historia completándote el lienzo de cada parte del mundo. Saludos!

Corpi dijo...

Pepe: efectivamente, aquí en España, país turístico por excelencia es donde mejores ejemplos tenemos.
Miri: te envidio, te envidio, te envidio, te envidio, te envidio, te...
Manuel: También las ciudades tienen su encanto, pero prefiero las obras de la naturaleza a las hechas por el hombre.
Helena: Ojalá veas cumplido tu deseo pronto, y aquí nos lo cuentes.

Merce dijo...

Aquí otra viajera, bueno que me gustaría, me conformo con lo poco que puedo y lo mucho que me imagino...y que seguiré imaginando en vistas de que no me ha tocado la lotería...

Me priva la vieja Europa y tengo pendiente Egipto...

Feliz Navidad...

eclipse de luna dijo...

Ya somos dos que tenemos pendiente Egipto..
Venia a desearte una Feliz Navidad y que disfrutes de estas fiestas.
Un besito y una estrella.
Mar

Corpi dijo...

Merce y Mar: A vosotras y a todos los demás también os deseo una feliz Navidad. Y a ver si nos vemos en Egipto, no estaría mal.

Blue Devil's dijo...

Cuando tengo la oportunidad de viajar miro a ver mi estado de ánimo, y en función de lo que me pida el cuerpo así hago. Por ejemplo, hay veces que me apetece ir en plan turista (playa, tumbona, terracitas, relax etc...) y otras conocer mundo, sus gentes, sus rincones... Así, en función de lo que me pida el cuerpo elijo destino. Por ahora no me he movido de territorio nacional (¡¡¡Gibraltar español!!! - es broma xD) pero me muero de ganas de viajar a Oriente, aunque existen otros destinos en Europa que también me atraen: Escocia, Italia... por decir un par de ellos .

Y bueno, no me enrollo más. Felices fiestas, y aunque por ahora no podamos viajar muy lejos, algún viaje le daremos a la botella de cava :)

Mar dijo...

Pues me encantaría poder decirte que me voy contigo a China (con alguno de mis hijos) pero me temo que no tendré ni el dinero ni el tiempo. Buaaaaa
Eso sí, espero que tu sí puedas ir.
También soy una viajera de imaginación y muy poco de "tierra en mano" pero ¡cómo disfruté en Egipto!, nos cogimos un taxi los 3 días que estuvimos en El Cairo, y disfrutamos de mucho más que las visitas-tienda que te ofrecen siempre. Las pirámides de Gizeh al atardecer... hmmm.....
Lo único que me impide ser una buena geógrafa es mi pésima memoria para recordar nombres, tengo memoria sensorial, qué le voy a hacer :)