14/1/08

RELATOS DE KOLIMÁ


TÍTULO ORIGINAL: KOLIMSKIE RASSKAZI
AUTOR: VARLAM SHALÁMOV
EDITORIAL: MINÚSCULA
Nº DE PÁGINAS: 350
GÉNERO: RELATOS
PRECIO: 18,50 €

ARGUMENTO: Shalámov cuenta en esta serie de relatos las experiencias vividas en los campos de trabajo forzado que se extendieron por toda la URRSS. Concretamente él estuvo condenado en la Siberia Nororiental, el Extremo Norte como él lo llama, donde las condiciones de vida eran exageradamente extremas. Con temperaturas de 50 grados bajo cero se les forzaba a trabajar en los meses de diciembre, por la noche, siempre hambrientos, maltratados por los guardias, los soldados y los criminales comunes, ladrones, asesinos y estafadores que estaban mejor considerados que los presos políticos; en todo el invierno no se lavaban, a no ser que lo hicieran con nieve aprovechando algún día de tibio sol; las ropas que llevaban encima eran simples harapos que siempre estaban húmedos y que únicamente podían secar con el calor de su cuerpo mientras dormían, unas escasas cuatro horas, para al día siguiente mojárselos de nuevo… Un mundo donde la salvación estaba en el hospital, un lugar al que todos querían ir y del que nadie quería salir; de que en un momento determinado consiguieras que te internaran en el hospital para recuperarte, sobre todo de la debilidad extrema a la que se llegaba por las dieciséis horas de trabajo y la paupérrima alimentación, dependía el seguir viviendo o morir como un perro, para que al día siguiente te enterraran debajo de unas piedras y por la noche fueran dos desgraciados a quitarte la ropa que ya no puede abrigar a un cuerpo congelado.

OPINIÓN PERSONAL: Este libro es diferente al Archipiélago Gulag de Solzhenitsyn, pues así como Solzhenitsyn cuenta toda su historia desde el principio, de cuándo fue condenado, su juicio, el paso por la cárcel en Moscú y su traslado a los campos de tránsito y de allí a los, iba a decir de exterminio, de trabajos forzados cuyo lema que figuraba encima de las puertas, rezaba: “HONOR Y GLORIA AL TRABAJO, EJEMPLO DE ENTREGA Y HEROÍSMO (Stalin)”; Shalámov cuenta directamente sus experiencias en los campos, sin entrar a valorar ni a contar el proceso que le ha llevado a ellos.
No sé por qué este tema, los campos de trabajo soviéticos, me interesa tanto (en cambio no me atraen nada de los campos nazis), porque la verdad es que hay que tener un poco de estómago para leer las barbaridades que son capaces de hacer unas personas a sus semejantes, y también hay que tener mucha capacidad de asombro porque casi cada página te deja con la boca abierta.
Es un libro que recomiendo para que todos tengamos conocimiento de lo que ha pasado en un lugar del mundo y así intentar evitar que vuelva a pasar.

6 comentarios:

Mar dijo...

Ay... casi no me queda tiempo para leer, me he propuesto ponerme al día con todas las revistas a las que estoy suscrita y hace un mes que no empiezo libro.
Te leeré en otro ratillo que solo venía a decirte que siiiiii he visto a Sirius (que en aquel momento no identifiqué y que me tenía mosqueadísima) y que lo de mercurio lo voy a intentar que aquí no es dificil pegarse al horizonte jejej y menos al atardecer
Besos y gracias por el consejo que es lo que pensaba hacer exactamente ;)

Mar dijo...

Mira que somos protestones con la inmensa suerte que tenemos. Y hay que ver lo fuerte que podemos ser.
Triste historia, creo que no es mi momento para leerla.
Besoo

Apesardemi dijo...

Ya sabes aquello de que hay que conocer la historia para no repetirla. O, por lo menos, poder intentarlo.

Leo muchos libros de historia, me gusta. Ahora estoy leyendo uno bastante impresionante sobre la invasión alemana en el territorio ruso durante la segunda guerra mundial que, narrado por un oficial alemán, se centra en las circunstancias internas del propio ejercito alemán y en las acciones paralelas a la invasión y la guerra. Un mundo de locos bastante fuerte.

Un abrazo, Corpi.

Corpi dijo...

Tha: El espíritu de supervivencia nos hace ser muy, muy fuertes.
Apesar: De qué libro se trata?

Merce dijo...

Lo peor es que somos incapaces de aprender...y el hombre siempre repite...y seguirá repitiendo...

Anónimo dijo...

Jo, y luego nos quejamos... buf.

Un besito,
Miri