14/10/07

LUCHA DE TITANES


El 12 de octubre de 2007 será recordado en mi pueblo como uno de los días que más ha llovido de la historia: más de 300 litros por metro cuadrado en unas pocas horas. La temida gota fría que nos visita de vez en cuando, este año quiso celebrar con nosotros la fiesta de la Hispanidad, y lo único que hizo fue aguárnosla. El diluvio sin ninguna duda debió ser algo parecido. Las nubes penetraban preñadas del Mediterráneo y vinieron a parir sobre la tierra rompiendo aguas encima de nosotros ¡Qué nochecita! Afortunadamente mi pueblo está en la falda de una montaña y las calles son empinadas, que si bien cuesta un poco caminar por sus calles por las pendientes, al menos es imposible que en situaciones como la pasada se pueda inundar (como ocurrió por desgracia en el llano), lo que no quiere decir que algún corral, terraza o cochera no haya tenido algún problema.
Cerca del medio día paró de llover y cogí el coche para ir a ver si se habían producido daños en el término. La primera sorpresa fue ver la fuerza con que bajaba el río. El día anterior estaba completamente seco y ahora bajaba tan lleno que casi estaba a punto de cegar los ojos del puente de mi abuelo (le llamo el puente de mi abuelo porque después de más de 70 años que está construido todavía le deben 90 jornales, 45 de él y 45 de la mula que le ayudaba a llevar piedras con el carro para su construcción, igualmente les pasó a todos los que también trabajaron en su construcción). Más abajo hay un azud que el río se saltaba como si fuera un simple escaloncito. Al ver la avenida de este río, me fui a ver la desembocadura del río Serpis en el mar. Fue uno de los espectáculos más impresionantes que haya visto en mi vida. Cuando bajé del coche un viento húmedo, cálido y salado proveniente del noreste (gregal) me recibió en medio de un estruendo ensordecedor provocado por el fuerte temporal de mar que estallaba al otro lado de las dunas. Cuando me acerqué a la desembocadura del río me quedé de piedra: el río bajaba con la furia y la fuerza de un millón de toros desbocados; el mar por el otro lado rugía y se precipitaba hacia la tierra como si a cada gota de agua la persiguiese un diablo y cada gota se subiese por encima de las demás en una carrera loca por salvarse del infierno y creaban olas inmensas que teñidas con el rojo del fango arrastrado por el río parecían las mismas llamas del infierno del que parecía que querían huir; en frente estaba el río enloquecido, que con su ego creciendo a cada instante, se quería hacer el dueño de la situación y no quería ser interrumpido en ningún momento, su deseo hubiera sido que el mar se hubiera abierto de piernas como lo hizo con Moisés y haberlo penetrado hasta el infinito, pero el mar no estaba para jueguecitos amorosos y en ningún momento estaba dispuesto a dar su brazo a torcer y se producía una lucha de titanes entre el río que quería penetrar al mar y el mar que no lo deseaba: sin palabras. Y mientras los dos luchaban a muerte, a la izquierda del río hay una pequeña playa que está protegida del gregal por el espigón del puerto donde el agua estaba tan mansa que habría podido tomar el baño un niño de tres años sin ningún temor. Por el otro lado en medio del campo de batalla, una de las cosas que más me impresionó fue ver la enorme cantidad de cañas que arrastraba al río y que se iban acumulando entre los dos frentes, la mar no las admitía y el río no paraba de vomitarlas y se iba formando un montón de cañas de varios metros de altura (habría millones, sin exagerar) dando vueltas en el remolino que hacían las aguas dulces y saladas en su choque.
En la fotografía up supra no se aprecia muy bien, pero la zona oscura de la parte de arriba de la derecha es el montón de cañas que flota en medio de la batalla.

11 comentarios:

RGAlmazán dijo...

¡Que bárbaro! Lo que cuentas en tremendo pero había que ver las escenas del telediario de pueblos como Denia.
Tu eres joven, yo recuerdo que era un niño unas inundaciones en Valencia que se desbordó el Turia y fue tremendo, allá por los años cincuenta.
En fin, esperemos que no haya más por mucho tiempo.

Salud y República

benito_reyes_vega dijo...

Extraordinario relato Corpi. Tremenda manera que tiene la naturaleza, a veces, de 'comportarse'.

Un placer leer tu descriptiva visión. He disfrutado.

Mar dijo...

¡Qué tremenda la madre naturaleza! da pavor pensar en la cantidad de fenómenos a los que estamos expuestos.
Un abrazo

Oruga Azul dijo...

Salvaje...

eclipse de luna dijo...

Nosotros tambien hemos sufrido la fuerza del temporal, fue tremendo, menos mal que duro poco tiempo..
Un besito.Mar

Corpi dijo...

Rafa: Así fue. Justamente cuando tú escribes hizo 50 años de ese desastre de Valencia donde murieron oficialmente 81 personas, pero se piensa que fueron muchas más porque entonces habían muchas personas que no estaban inscritas en el Registro.
Benito, Tha, Oruga, mar: Tremenda y salvaje así es. Y nosotros la queremos dominar. Anda ya. Aquello no lo dominaban ni todos los dioses del Olimpo juntos.

e-catarsis dijo...

La verdad es que ha sido tremendo lo ví por la tele y me quedé pasmada, si es que cuando la naturaleza se pone brava no hay mucho que hacer
Aquí ha llovido mucho pero afortunadamente no ha sido gota fria
Un besote Corpi

Gambutrol dijo...

Ya ves... yo no lo vi por que estaba de "vacaciones", pero alguien comentó que estaban cayendo unos aguaceros por ahí que eran impresionantes. Gracias a tu foto y a tu relato (fantástica manera de explicarlo), he podido comprobar que no sólo exageraban sinó que se quedan cortos.

Manuel Márquez dijo...

Pues la cuestión, compa Corpi, es que no he llegado a ver imágenes televisivas del suceso, pero, tal cual lo cuentas, pone los pelos como escarpias. Y vale, de acuerdo, que no es la primera vez, que es algo cíclico, que está más o menos controlado, pero que, con cosas así, aún haya quien no se empeñe en ver lo del cambio climático. En fin...

Un abrazo.

Corpi dijo...

e-: cuando se pone brava es mucho peor que una mujer.
Gambu: y tú de vacaciones. Anda que los hay con suerte.
Manu: Cambio climático? no sé qué decir, aquí las gotas frías en el mes de octrubre están abonadas.

Patri dijo...

Yo me alegro de que estés bien y que no haya pasado nada que tengas que lamentar.

Besotesssssssssssssssssssssss