15/4/07

EL NUEVO MESIAS II

Con todos los respetos, en estos momentos estoy haciendo la señal de la cruz, me gustaría criticar, Dios me salve, la labor del Nuevo Mesías.
Primero que nada me gustaría dejar claro que Fede no es ningún periodista. Un periodista es una persona que va allí donde se produce la noticia para intentar averiguar qué es lo que ha pasado, qué está pasando y en conclusión qué va a pasar. El bueno de Fede no se levanta de la silla. Él simplemente se limita a vocear lo que le cuentan los periodistas que tiene a su servicio. Desde el momento en que a uno le cuentan algo, ya se pierde o se distorsiona la verdad. Además Él siempre cuenta las cosas a su manera, retorciendo las palabras, contextualizándolas a su antojo y conveniencia y metiéndose en unos entierros en los que nadie le ha dado vela. Fíjense cuántas veces está hablando de una cosa y como no sabe como salir dice: “…bueno…ejem…”, pero tiene tanta maestría que lo disfraza como si fuese un “mejor me callo, porque si lo digo me encierran” (algo de lo que estoy seguro que estaría encantado, sería el colofón para alcanzar la Santidad y eso que se declara agnóstico, pero eso no es más que modestia, claro)
Como iba diciendo, Fede no es un periodista (de hecho es licenciado en Filología Hispánica , y profesor de instituto en excedencia) sino un locutor, mas bien vocero, de radio. Hay locutores de radio que también son periodistas, pero este no es el caso. Fede además es un gran manipulador. En su programa tiene una sección que consiste en llamadas de los oyentes, en donde los oyentes llaman por teléfono y expresan sus opiniones. Esta sección está en todos los programas del mismo corte y en todas las cadenas de radio a la misma hora; programas como el de Fede en el que van una serie de periodistas (elegidos muy cuidadosamente por su ideología) y en el que se entabla una tertulia (sobre política principalmente). En las demás cadenas las llamadas entran en directo, filtradas, pero bueno, la gente dice lo que tiene que decir sin cortes y alguna hay que se salta el filtro y dice algo, digamos, no muy aconsejable. Pero en el de Fede esto no pasa, faltaría más que alguien le tosiese a la oreja; en el programa de Fede las llamadas se hacen a un contestador automático. El bueno de Fede tiene a una chica muy bien adoctrinada que le selecciona a la perfección las llamadas que más pueden placer al Gran Jefe. Jamás de los jamases, y escucho el programa casi a diario, he oído una crítica negativa al Gran Hacedor. Todo son alagos, parabienes, ánimos y lo que más me preocupa, corroboraciones de su doctrina. Se nota como cala honda, muy honda su doctrina extremista entre sus oyentes. Cuando escucho una llamada de ese tipo no puedo evitar imaginármelo sonriendo con una cara de felicidad y diciéndose para sí mismo “la misión va por buen camino”. Porque ese es su trabajo, una Misión proselitista en donde Él reinará desde la sombra y marcará las directrices de una Nueva España.
La hipocresía en este individuo no tiene límites. Está pregonando a todos los vientos la destrucción de España por culpa de los nacionalismos. ¿Pero acaso no existe también un nacionalismo español del cual Él es el máximo representante? Si el nacionalismo es pecado, es pecado y punto, no puede ser malo uno y el otro bueno. Además el nacionalismo en España se corrige con dinero. Los catalanes y vascos se callan cuando se les da dinero, pero quién va a ser tan estúpido de querer independizarse de España si este país es una ubre que nunca se acaba. Mientras haya ruido irán llegando más nueces.

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