Inmigrantes por aquí, inmigrantes por allá. Los hay por todos los sitios y lugares de nuestro país. Llegan de casi todos los lugares del mundo y de mil formas posibles.
Vienen de Bolivia, de la China, de la Argentina, de Lituania, de Bulgaria, de Ecuador, de Senegal, del Perú, de Marruecos, de la República Dominicana, de Rumanía, de Gambia. Pero también del Reino Unido, de Alemania, de Francia, o de Italia.
Unos vienen en pateras, en aviones de tercera, en autobuses, en viejos coches, en cayucos… Otros vienen con Mercedes, BMW, Audi, o aviones de primera.
Unos viven en pisos cochambrosos, apiñados, con pocas medidas de salubridad, debajo de los puentes, en casas de campo abandonadas sin puertas ni ventanas, en cabañas de plástico o en chozas de hojalata, en campamentos de chabolas a las afueras de las grandes ciudades. Otros en cambio viven en buenas casas de pueblo que compran por cuatro duros y que se les acondicionan a lo grande, o viven en chalets,con parcelas enormes y piscina, en urbanizaciones de lujo lejos del ruido de las ciudades.
Los primeros trabajan en lo que pueden, con jornadas de sol a sol por salarios de miseria, o hacen los trabajos más sucios y duros, o simplemente no tienen trabajo y se joden y joden a los demás. Los segundos no trabajan, simplemente porque no tienen el por qué, y se pasan el día visitándose unos a otros, siempre con el vaso de güisqui o de cerveza en la mano hasta que se emborrachan de puro aburrimiento; y los que trabajan, lo hacen para los de su clase, quedando todo en casa y repartiéndose la riqueza entre ellos, y a los demás que les den.
Unos viven como pueden. Otros de putamadre.
Estos tienen poca cultura por lo general, pues por desgracia, de donde vienen han tenido poco acceso a la educación. Aquellos sí que saben, porque han estudiado todo lo que han querido, pero aprovechan esos conocimientos en provecho propio, y los demás también a darles provecho a ellos. El que sea burro que ruede la noria.
A unos les cuesta integrarse por lo diferente de sus culturas, pero el que desconoce el idioma se esfuerza por aprenderlo porque es básico para su supervivencia. Los otros no se integran simplemente porque no les da la real gana, y además no se esfuerzan en absoluto por aprender el idioma español, que aprendan los demás el inglés que es lengua universal.
Así es que tenemos dos tipos de inmigración, los unos y los otros. Y a mí que quieren que les diga, me gusta más la primera, es más humana, más digna y más pobre. La otra simplemente me da asco; son prepotentes, orgullosos y sectarios. Que los folle un pez.
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