-Papá, no quiero estudiar.
-Mira hijo; a mí tampoco me gusta trabajar y sin embargo lo hago todos los días, simplemente porque es mi obligación. En estos momentos tu obligación es la de estudiar.
-Pero es que estudiar es un rollo, no sirve para nada, porque muchas cosas que aprendo no sirven para nada en la vida.
- Que las cosas que aprendes ahora no te van a servir en la vida no lo puedes saber, entre otras cosas, porque no eres adivino. Puede que individualmente muchas cosas no las utilicemos nunca, pero dentro de un contexto determinado y en conexión con otras materias, sí que te van a servir de algo en algún momento dado.
- Vale, pero es que no tengo ganas.
- Mira, yo cuando no tengo ganas de trabajar, pienso en toda esa gente que se juega la vida para poder venir aquí, donde estamos nosotros, para poder trabajar en lo que sea, y cuando digo en lo que sea, me refiero a cualquier trabajo por duro y mal pagado que esté. Tú cuando no tengas ganas de estudiar, piensa en todos esos millones de niños, sí millones de niños en todo el mundo, que darían lo poco que tienen para poder estudiar y conseguir salir de la miseria en la que se hallan hundidos y de donde es muy difícil salir. Piensa que hay muchísimos niños que a tu edad no pueden estudiar porque tienen que ir a trabajar, o cuidar a sus hermanos más pequeños, o ir a traer agua a varios kilómetros de sus cabañas… Estudia y a ver si con tu esfuerzo, dentro de algunos años, consigues que al menos uno de esos niños consiga cumplir su sueño.
1 comentario:
Muy bueno. Para enmarcar en la habitación de cualquier estudiante.
Un saludo.
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