16/4/07

UN HOMBRE DESPECHADO

Mi novia suspiraba por poderse operar
lo que tiran más que dos carretas.
Estaba acomplejada desde la pubertad,
en la pandi la llamaban la planeta.
Y aunque a mi me bastaran así,
en aras de verla feliz
para San Valentín, me lucí.
Le regalé la operación,
medio kilo cada teta,
total casi un millón de las antiguas pesetas,
Con la agravante que le da a mi acción más mérito
como buen currante, tuve que pedir un crédito.
Y así fue como mi Mari
cambió de sonrisa y de talla de sostén;
pasó de cero a cien más deprisa que un ferrari.
También aumentó su vida social,
tanto que en un mes y sin motivo de queja
me viene con un, “tenemos que hablar”,
me sienta en el sofá y me suelta que me deja,
que necesita soledad para que su mente se equilibre,
que me quiere pero que no está enamorá,
que se va, que prefiere ser libre.
Mentira, que a la semana me entero que está viendo ya con un tal Casio,
mira que casualidad, el monitor de su gimnasio.
Cornudo y apaleado me vi sin ella y sin saber dónde poner los brazos,
con cara de portero goleado, aún me faltaban por pagar veintidós plazos.
La llamé y le dije “no hay derecho, esto no es justo,
qué delito y a los pechos me remito.
Señorita que yo estoy pagando el busto, con el que otro pasa a gusto”.
Y me replica “Santa Rita, Santa Rita”.
Es una mala mujer, lo sé desde que no está a mi lado.
Es una mala mujer, y yo, un hombre despechado.

1 comentario:

Pasion_intima dijo...

jajajaja pobrecitooo, que mala pata arreglar algo y luego lo pasee otro, cachis!! jajjaja pero lo agusto que me estoy riendo no tiene precio, un Besoteee