Acabo de llegar a casa (son las seis de la tarde) i he puesto la tele. ¡O cielos qué horror! (como diría Tristón, la hiena que acompañaba a Leoncio León, en una serie de dibujos animados, ¿se acuerdan?). ¿Pero las televisiones no habían pactado un acuerdo para autorregularse y no poner porquería en horario infantil? Entonces, si no se autorregulan ¿Quién cojones lo regula? Porque las televisiones públicas, tanto nacionales como autonómicas están con la misma mierda (salvo La Dos y los segundos canales autonómicos) Y todo esto del Gran Hermano, las putitas y los putos que se van pasando unas a otros enredándose de una forma artificial y pactada para ir sacándole los cuartos a la gente ¿a quién cojones le importa? Por lo visto es muy instructivo para los niños; que aprendan que sin dignidad y con muy poca vergüenza se puede vivir de puta madre.
Por mí que cierren todas las televisiones privadas y que en La Primera vuelvan a poner los Payasos de la tele Gabi, Fofó y Miliki y no todos estos mamarrachos imbéciles, incultos y estúpidos; Pipi Calzaslargas y no el Pipi Estrada este de los cojones, los Hermanos Mala Sombra y no el Gran Hermano. O mejor que las cierren todas y la gente que se dedique a leer o a hacer el amor, como hacían antes de que inventaran la televisión, que es más sano. O no.
1 comentario:
todos deberiamos agarrar nuestro tele y arrojarlo al piso.En serio.
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